domingo, 28 de febrero de 2010

Vive Tamaulipas escenario de guerra

Vive Tamaulipas escenario de guerra

De la Redacción
Proceso | 27-02-2010 | 23:05 | Nacional

Reynosa— Informes de inteligencia militar atribuyen el recrudecimiento de la violencia en Tamaulipas a un acuerdo entre los líderes del Cártel del Golfo, Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, y Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, con Joaquín El Chapo Guzmán, el jefe del Cártel de Sinaloa, para exterminar a Los Zetas, en tanto que algunas versiones aseguran que en esa alianza participa también La Familia Michoacana.
Luego de cinco meses de fuertes enfrentamientos, Los Zetas se mofaron de sus rivales con una serie de mantas colocadas el pasado martes 23 en varias ciudades aún bajo su control, y calificaron a sus rivales como “una vergüenza”.
De hecho, el cártel del Golfo y Los Zetas pelean por Reynosa desde finales de 2008, cuando Héctor Manuel Sauceda Gamboa, El Karis, líder del Cártel Golfo, tomó el control de la ciudad, luego de que el Ejército detuvo a los cabecillas de Los Zetas Antonio Galarza Coronado, El Amarillo, y Jaime Durán González, El Hummer. Poco le duró el gusto. El 17 de febrero de 2009, un grupo de Zetas, supuestamente comandados por su líder, Heriberto Lazcano, El Lazca, llegó a disputar la plaza. El Karis murió en la refriega.
Ese día, Los Zetas dieron una de las primeras muestras de su capacidad: mediante barricadas en entradas y salidas de carreteras y en calles estratégicas, prácticamente secuestraron la ciudad durante casi cuatro horas de enfrentamientos con sus rivales, en los que también participó el Ejército.
Desde entonces no han cesado los combates en Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, principalmente, así como en una decena de poblados.
Las balaceras en Reynosa son casi cotidianas. Las más fuertes se reportaron al servicio de llamadas de emergencia del gobierno del Estado el 20 de septiembre, el 20 de octubre, el 7 noviembre y el 7 de diciembre del año pasado, pero en los medios de comunicación no se publicó nada y las autoridades no emitieron ningún reporte.
Ante el silencio de todos, decenas de audios y videos del retumbar de metralletas, bazucas y granadas fueron subidos a Youtube por cibernautas que reclamaron: “Las balaceras en Reynosa están a la orden del día y nadie dice nada”.
El secretario de Seguridad Pública del Estado, Ives Soberón Tijerina, reconoció que en los últimos meses han sido constantes los reportes de enfrentamientos armados entre grupos criminales, así como con elementos del Ejército. “En diciembre llegamos a tener más de tres balaceras cada semana”, declaró.
En Matamoros y Nuevo Laredo, Los Zetas y el cártel del Golfo cooptan a jóvenes de entre 16 y 25 años, a los que lanzan al combate. “Por cada uno que pierden, pueden reclutar a 10 más, de entre los muchos desempleados que hay en cualquier colonia marginada de estas ciudades”, comenta un funcionario de gobierno estatal. La improvisación en el manejo de armas la suplen con más violencia, dice.
Soberón Tijerina declaró que la mayor parte de las víctimas en estas balaceras son muy jóvenes, como lo ilustran los cuatro cadáveres encontrados el 23 de febrero en una casa del puerto de Tampico: tenían entre 16 y 22 años de edad.
Fuentes militares señalan que la escalada de violencia entre ambos grupos se detonó a raíz del asesinato de Víctor Peña Mendoza, El Cóncord 3, uno de los hombres más cercanos a Miguel Treviño Morales, El Z-40, el pasado 18 de enero. La ejecución fue atribuida a Samuel Flores Borrego, El Metro 3.
En represalia, Los Zetas habrían levantado a más de 10 integrantes del cártel del Golfo en esta frontera. Heriberto Lazcano, El Lazca, dio un ultimátum a Eduardo Costilla Sánchez, El Coss: a finales de enero debía entregar al Cóncord 3, antes de que “se agravaran las cosas”.
La respuesta de El Coss fue la alianza con El Chapo, quien envió refuerzos para iniciar el “exterminio” de Los Zetas, a los que acusan de ser los autores de la masacre de jóvenes en Ciudad Juárez, el pasado 31 de enero.
La noche del sábado 6, los habitantes de Reynosa supieron que la situación se agravaría. Por varias calles de esta ciudad circularon caravanas de ambos bandos: eran decenas de camionetas rotuladas con las siglas “CDG” (cártel del Golfo) y “XXX M3” (Metro 3), tripuladas por hombres que exhibían sus armas de alto poder.

Como en Irak
“No es psicosis lo que tenemos, como lo dicen las autoridades y los medios; es terror, pánico, porque la situación es real. Vemos esas camionetas por las calles a toda hora, escuchamos balazos, sabemos que estamos viviendo en medio de una guerra en la que no hay cuartel y el campo de batalla son las calles”, dice un comerciante de esta ciudad. “Si antes ya salíamos con temor todos los días, habrá que imaginarse lo que es ahora”.
El despliegue de fuerzas de los narcotraficantes anunciaba el enfrentamiento que ocurrió la madrugada del 8 de febrero, entre las 12:40 y 1:15 de la mañana, en las colonias Puertas del Sur y Jarachinas. La balacera se escuchó a varios kilómetros a la redonda, “como los estruendos que salen en la tele de la guerra de Irak”. Las versiones de “decenas” de muertos son consistentes.
Al día siguiente, como ya es común en Tamaulipas, ningún medio de comunicación publicó nada. El hecho se conoció gracias a denuncias de usuarios de Twitter y Facebook, así como por los videos subidos a Youtube.
El uso de redes sociales para llenar el vacío informativo se inició en Matamoros el 4 de septiembre del año pasado, cuando habitantes aseguraron haber visto en las calles a decenas de muertos tras un enfrentamiento entre militares y sicarios del que la prensa local no reportó nada.
La autocensura de los medios y el silencio oficial han alimentado los rumores. Abundan las alertas en redes sociales, aunque muchas resultan ser falsas. Según el secretario de Seguridad, muchos de estos mensajes “son emitidos por los mismos grupos delincuenciales para generar terror entre la población, para dar a entender que no hay resultados de los operativos de combate en su contra”.
El vacío informativo dejado por las autoridades ha sido llenado por el cártel del Golfo. Recién instalados en la plaza, “invitaron” a la ciudadanía a seguir con sus actividades:
“Reynosa es una ciudad segura. No pasa nada ni pasará nada. Sigan su vida normal. Nosotros somos parte de Tamaulipas y no nos metemos con los ciudadanos civiles. Atte: C.D.G.”

Temor ciudadano
El pasado jueves 18, Reynosa vivió una jornada de psicosis, luego de que se esparció el rumor de una amenaza directa a la población: “Si no se van los marinos, empieza el secuestro de niños”, decían mantas supuestamente colocadas en Libramiento a Monterrey y la avenida Tecnológico.
La especie cobró fuerza cuando un grupo de hombres armados y encapuchados entró a las instalaciones de la Facultad de Ciencias Químicas de la UAT de Reynosa para “levantar” a tres estudiantes y cerró varias calles que conducen a esa institución, a media mañana.
Padres de familia corrieron a sacar a sus hijos de las escuelas, las redes de comunicación se saturaron y el caos se armó en las calles. Para cuando cayó la tarde, la ciudad quedó prácticamente desierta.
A partir de ese día, la ciudad vive como en toque de queda permanente: pocos salen de noche, las escuelas registran un elevado ausentismo, y algunos comercios y negocios han optado por suspender actividades.
“Se trata de una recuperación de la plaza. El cártel del Golfo está recorriendo todos los puntos donde Los Zetas tenían sus negocios de tienditas, de protección, de lo que sea. La diferencia ahora es que están matando a todos los que identifican con Los Zetas, los están exterminando”, explica una fuente estatal.
Algunos zetas se han refugiado en Monterrey, “huyendo de los enfrentamientos en Reynosa”. Pero tampoco están a salvo allá: el pasado miércoles 24, cuatro supuestos integrantes de Los Zetas, identificados como Juan José Hinojosa del Monte y los hermanos David, Raúl y Gamaliel Segovia Plata, fueron detenidos en San Pedro Garza García, Nuevo León.
Los bandos buscan refuerzos donde sea. Según la versión de un empleado del penal de Reynosa, un comando armado entró a ese reclusorio la noche del jueves 25 para liberar a 10 presos, entre ellos a “un brujo”.
La noche del viernes 19, el cártel del Golfo y Los Zetas libraron otra batalla, ahora en Nuevo Laredo. Aunque el alcalde Ramón Garza Barrios aseguró que se trató de un encontronazo entre el Ejército y un grupo delincuencial, reportes policiacos señalan que el choque fue entre los dos grupos de narcotraficantes. Los militares, indican otras versiones, llegaron al lugar en plena refriega.
La semana pasada, el martes 23, un convoy de sicarios entró a las poblaciones fronterizas de Mier y Miguel Alemán. En ambas poblaciones, se dirigieron directamente a la presidencia municipal y a las oficinas de la Policía Preventiva y de Tránsito para llevarse con ellos a elementos de esas corporaciones. Oficialmente, el procurador de Justicia de Tamaulipas, Jaime Rodriguez Inurrigarro, informó que cuatro policías y un elemento de tránsito están desaparecidos. En la población de Río Bravo se reporta la desaparición de al menos otros ocho policías municipales.
Al mediodía del viernes 26 seguían llegando caravanas de camionetas rotuladas con las siglas de ambos bandos. “Son como 100”, dijo un habitante por mensaje de celular.
Una fuente gubernamental declaró que en esa ciudad la situación era grave. Se especulaba que al menos 500 integrantes zetas habían salido de Coahuila para llegar a reforzar a Lazcano.
En Ciudad Victoria, la mañana del jueves 25, la psicosis recorrió las calles en forma de “rumores” que alguien ordenó correr, aseguró el secretario de Seguridad Pública, Ives Soberón.
La única certeza que reina en la capital del estado es que, tarde o temprano, padecerán la misma violencia que en Reynosa y las otras poblaciones que son escenario de la guerra del cártel del Golfo para erradicar “plaza por plaza” a Los Zetas.
Las mantas colocadas la madrugada del martes 23 por Los Zetas en esa ciudad establecieron el mapa de los escenarios de esta guerra en Tamaulipas: Soto la Marina, San Fernando, Hidalgo y Ciudad Victoria.
El viernes 26, un comunicado oficial de la Procuraduría Estatal y del Ejército señaló que en la última semana se habían registrado 34 muertos.
El informe sólo incluye las bajas en enfrentamientos con militares, pero la mayoría de las balaceras que se registran ahora en Tamaulipas son entre grupos contrarios de la delincuencia. Según testigos, los muertos suman centenares.

sábado, 27 de febrero de 2010

NO SON RUMORES, ES VERDAD

http://www.telediario.mx/node/5347
chequen esta liga para que vean que no son rumores lo que sucede en tamaulipas

SON RUMORES¿'?

LA GUERRA ZETAS VS CARTEL DEL GOLFO


04-Febrero-2010
Cártel del Golfo pierde un brazo
Redacción
Informes de la DEA revelan que ambas organizaciones han alcanzado, en las últimas semanas, elevados niveles de fricción que apuntan a una ruptura
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) advierte a los órganos de inteligencia mexicanos sobre una nueva recomposición de las organizaciones criminales que operan en nuestro país, al estar prácticamente “rotos” los vínculos que existían entre las organizaciones del Golfo y Los Zetas. Para el organismo estadunidense se ha alcanzado una nueva asociación de conveniencia entre las organizaciones conocidas como La Familia Michoacana con el cártel del Golfo, cártel del Milenio o Los Valencia, Sinaloa, y la célula criminal que dirigía en Tijuana, Teodoro García Simental, pero que tras su detención ahora es liderada por Raydel López Uriarte, El Muletas.
Según la DEA, los acuerdos entre La Familia Michoacana con el cártel del Golfo fue establecida por Nazario Moreno González, El Chayo y Eduardo Costilla, El Coss, respectivamente, mientras que la asociación con el cártel de Sinaloa de las organizaciones mencionadas se estableció a través de sus socios Ignacio Coronel Villareal, Nacho Coronel e Ismael Zambada García, El Mayo Zambada.
El otro gran bloque está integrado por el cártel de Juárez, que lidera Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy; Beltrán Leyva, dirigido por Héctor Beltrán Leyva, El H; Los Zetas, encabezados por Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca; y Tijuana por acuerdos con Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero.
La agencia indica que “los vínculos” entre los llamados “históricos” del cártel del Golfo, encabezados por Ezequiel Cárdenas Guillén Tony Tormenta y Eduardo Costilla, El Coss, se han “resquebrajado” con quienes dirigen a Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, y Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40.
Los informes de inteligencia estadunidense revelan que las organizaciones del Golfo y Los Zetas han alcanzado en las últimas semanas elevados niveles de fricción que apuntan a una ruptura.
Para la agencia estadunidense, los vínculos de ambas organizaciones criminales sólo estaban sustentados en débiles acuerdos, y fueron rotos el pasado 18 de enero, cuando el grupo que dirige Eduardo Costilla, El Coss, asesinó en Reynosa, Tamaulipas, a Víctor Peña Mendoza, El Cóncord 3, y quien era considerado el brazo derecho de Miguel Treviño Morales, El Z-40.
La DEA registró el asesinato de El Cóncord 3 fue cometido presuntamente por Samuel Flores Borrego, El Metro 3, quien es señalado como el encargado de la plaza de Miguel Alemán.
El Metro 3 es ubicado como un ex agente judicial de Tamaulipas que daba protección a la familia de Osiel Cárdenas Guillén.
El asesinato de El Cóncord 3 provocó que Miguel Treviño Morales lanzara un ultimátum a El Coss para que les entregara al asesino de su amigo y operador en el centro del país, dando como plazo el pasado lunes 25 de enero.
El Coss no entregó a su gente y ello derivó en enfrentamientos y levantones que, según fuentes oficiales se registraron en ciudad Madero y Reynosa en los últimos días.
El pasado 30 de enero fueron levantadas 16 personas en Reynosa, Tamaulipas, todos pertenecientes al grupo de El Coss.
Cabe destacar que Víctor Peña Mendoza, El Cóncord 3, era el único de tres hermanos que había logrado evadir a la justicia, toda vez que sus hermanos fueron detenidos en 2009, uno en Tamaulipas y otro más en Chiapas.
La información de la agencia estadunidense indica que las diferencias por el modo de operación entre la organización del Golfo y Los Zetas comenzaron desde 2007, cuando la organización que comanda Heriberto Lazcano alcanzó autonomía operacional y financiera por encima de la estructura conformada por Ezequiel Cárdenas Guillén.
El cártel del Golfo lo dirige Ezequiel Cárdenas Guillén y Eduardo Costilla representa la unión de ex policías como parte del brazo ejecutor de la organización ante la ruptura con el grupo que dirige Lazcano Lazcano.

En tanto, Los Zetas conforman el grupo de ex militares de elite representada por Heriberto Lazcano Lazcano y Miguel Treviño Morales, ya que muchos de sus miembros pertenecieron a los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales del Ejército mexicano.